martes, 23 de agosto de 2011

Crítica de Hugo Manu Correa en www.tranviasydeseos.com.ar


"Las Otras"

Las Otras
Tormentos Re-Incidentes

Donde hay poca justicia, es grave tener razón.  
Francisco Quevedo.

Un matrimonio / con / una hija.  Un espacio grande entre ellos. Inmenso. Lleno de un vacio que ya no aguanta su propio encierro.
Julia ( Ayelén Godoy) relata en off  la realidad que la rodea junto a sus padres. Su voz cándida desmiente a esa joven de espalda al público. Espalda que la propia vida le está dando, como resultado de dos padres  que le/se ocultan la realidad-verdad.
Rafael (Jorge Booth) y María Duplaá ( Mujer), tienen un acuerdo tácito en su vivir: Lo suyo es una espesa negación de que todo tiene un principio, un continuo y un final. Esta es la realidad que pone en evidencia su hija, la cual ha crecido y su caudaloso rio de preguntas invariablemente desemboca en un lugar que a ambos los desnuda.
Como ese mirar que Julia proyecta (sobre ellos), haciendo zoom sobre un matrimonio que quiere ocultar hasta sus propios escarceos amorosos.
El matrimonio tiene una metafísica sombría que articula su vivir, pero poco a poco esta realidad ira desmembrándose. La fragmentación de sus vidas  incluye una oscura  lógica, la cual es desbaratada por la agudéz emocional, la luz espiritual y la inteligencia de su hija.
Rafael enfrenta el conflicto literalmente anclado y gritándole a su hija “tócame”.  Rafael es un amor en destierro y el huracán-giros de su hija (que explícitamente lo rodea una y otra vez), evidencian la exclusión, la negación y congoja que los envuelve.
Después posee química  y convencimiento actoral, apropiación del espacio, verosimilitud poética para transmitir lo gélido y tenebroso que se esparce en sus resquebrajadas emociones.
El resto del ropaje que viste esta mini-obra de Daulte (interpretada por primera vez), esta admirablemente construido en cada escena. Las mismas son breves, brevísimas, intensas, potentes es cada secuencia que le da espesor dramático logrando potenciar así la curvatura dramática. El gigante escenario queda disminuido-disimulado por la oscuridad que allí se esparce, la cual solo es ajada por luces que le otorgan equilibrio en todo su raccord.
Un lugar especial merece la música (Hernán Matorra), que apuntala  en todo su recorrida la mini-obra y grita sobre los silencios, dolores y hábitos que vehiculizan estas relaciones.

En Femenino Madre e Hija ponen en evidencia la distancia entre ellas a través de un silencio que las consume, en palabras que evidencian el acantilado que las separa, en las emociones que las (des) une y la redención que lejos esta de amanecer en el vinculo entre ellas.
La madre y la ausencia masculina se desnuda en ese cigarro en boca de esa madre que invariablemente trata de suplir ese vacío, lo cual ha trastocado su vida y la repetición del esquema no ha hecho más que proseguir en su hija.
El patetismo emocional de esta madre (María Duplaá), queda al descubierto cuando le prosifera a su hija con desdén y fastidio: “No me acuerdo tu nombre…no es gracioso?”.
Esa frase atomiza el conflicto que (ella) posterga y las ramificaciones del mismo se acercan a su hija que lejos esta de querer aceptar la repetición de este croquis.
Dos sillas y no mucho mas es la puesta minimalista potencian el drama. La hija (Ayelén Godoy), sentada defiende su identidad con un rosario de preguntas que dan en el blanco.
María Duplaá y Ayelén Godoy caracterizan por ultimo  a dos hermanas en La otra,  en la mini-obra que tiene ribetes actorales notables.
Conoció a un hombre. Le gusto. Se enamoro…o puedo hacerlo. Lo trajo al apartamento. Lo mato.  Y allí esta, desnudo en el baño.
-Lo viste? …te gusta, verdad?”, sentencia y pregunta el personaje de María Dupla
-Para que quieres saberlo?, constesta el personaje de Avelen Godoy.
-Constestame!.
-Bueno si, me gusta.
- Claro, te gusta y me lo quitarías.
Este brillante dialogo estructura el esqueleto emocional de una relación verticalista y que tiene (nuevamente),  la presencia-ausencia de la masculinidad que acciona el desvario psicológico que condensa el endemoniado mundo interior que las (des) conecta.
Lo admirable de esta obra es que la brillante dramaturgia es actuada y dirigida con elegancia y fuerza dramática.  Pero no se duerme en los laureles de ello. Van por más. La potencia escénica es rica en todo momento, los cuerpos hablan del dolor que los habita y en cada vocablo que se vociferan ponen en la superficie la contradicción que se les ha hecho carne.

Potencia Dramática - Notables Actuaciones - Impecable Dirección
Las tres obras de Javier Daulte son sabiamente moldeadas por Alejandro Guevara quien eligió ir al núcleo de conflicto y alejándose de disgresiones que le hagan perder sustancia.
Lo explicito de los temas abordados no resultan chocantes a pesar de la espeso y granítico que tiene su envoltorio.  Los tabúes, dolores y exclusiones de las temáticas abordadas no apuntan al morbo y regodeo innecesario. Para ello se apoya en tres actuaciones que encarnan con verosimilitud y potencia escénica en todo su recorrido.
Lo destacable aquí es que dramaturgia, dirección y actuación están sobriamente abordadas-entrelazadas logrando evidenciar (la obra) varias capas de sentidos que no solo la hacen entretenida, sino que obligan a trabajar al espectador.
Jorge Booth y su magnética presencia logra una solida actuación.  En las potentes transiciones se ven la paletas de colores que constituyen la arquitectura emocional de ese padre que también reclama amor con su…tócame.
Tanto María Duplaá como Avelen Godoy resuelven con belleza admirable cada uno de los roles. Ambas dibujan y pintan la geografía espiritual de sus disimiles personajes con una poética genuina, creíble y potente.
Alejandro Guevara moldeo las tres obras con frescura, sin falsos aditivos, potenciando el drama con pocos elementos siendo estos utilizados con sabiduría y paciencia de orfebre.
Tres mini-obras hermosas, que invitan a la reflexión, al deleite y que de principio a fin están impregnadas de una gran fuerza dramática.


Las Otras
Ficha técnico artística
Sobre textos de: Javier Daulte
Dramaturgia: Alejandro Guevara
Actuan: Jorge Booth, María Duplaá, Ayelén Godoy
Maquillaje: Viviana Aronno
Diseño de vestuario: Cecilia Zuvialde
Diseño de luces: Juan Ignacio Monserrat
Música original: Hernán Matorra
Fotografía: Christian Pittari
Diseño gráfico: Sergio Calvoda
Asistencia general: Mariana Demartini
Dirección: Alejandro Guevara
Web: http://www.lasotrasteatro.blogspot.com
TEATRO DEL SUR
Venezuela 2255
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4941-1951
Entrada: $ 40,00 - Sábado - 20:30 hs

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